Tanto amor, y no fecunda.
Tantas noches favorita en su lecho, y vuelvo a sangrar.
Tantos vientres he bendecido, y no puedo bendecir el mío. ¿Qué me va a consolar?, ¿El niño que yo entrego a los brazos de otra madre?, ¿la sonrisa de mi esposo cuando ensalza un hijo que no es mío?
Esta angustia puede conmigo, llena mis días de oraciones a la Reina del Cielo, libaciones a las tierras sagradas, y alimentos que calman mi aflicción.
Voy con mis hermanas, me rodean los niños, pero sola estoy. Sola y avergonzada ante mi amado, con el que ni cuando deseo puedo estar.
Soledad que me duele dentro, si en la plenitud del Sol dorado, quiero dar fruto.
@teatrodelosciclos S.K.